Cuando llegué por primera vez a Bali, quedé cautivado por su fascinante belleza y su enigmático encanto. A medida que pasaba más tiempo en la isla, me fui dando cuenta de la profundidad y la riqueza de la cultura balinesa: desde sus vibrantes ceremonias en honor a los antepasados hasta la hábil artesanía que impregna cada aspecto de la vida cotidiana. Bali irradia una sensación única de tranquilidad y armonía que no tiene comparación en ningún otro lugar, y me abrió los ojos a una nueva forma de vivir profundamente conectada con la naturaleza.